Publicado en Crónica el viernes 26 de Junio de 2009Este 5 de julio decidiremos el rumbo que tomará nuestro país, por lo menos para los próximos tres años, así que no es una decisión menor. Entendiendo, sin compartir, las razones de las personas que quieren anular su voto; me parece relevante que nos preguntemos si queremos dejar a los tres partidos tradicionales en el dominio absoluto del poder.
Anular el voto es votar por ellos, pues esa clase política no entiende de reclamos, sólo hablan el lenguaje de la corrupción y la impunidad; y sin duda, no le asignarán escaños y presupuesto a los votos anulados. Así que nos quedaremos con un reclamo, legítimo, pero que le habrá dado a los políticos de siempre las condiciones para repartirse lo que queda de nuestro país.
La invitación es a aventurarse, a pensar libre, a creer que un país diferente es posible si nos sumamos, si nos unimos en la construcción de una nueva oferta política. No todos los partidos son iguales, no todos compran votos, el PSD basa su proselitismo en las ideas, en convencer, en la fuerza de los argumentos, en la inteligencia y libertad de los ciudadanos para pensar y votar. Seguiremos defendiendo los derechos y libertades ciudadanas, como lo hicimos en la ALDF, con la aprobación de Sociedades de Convivencia o la despenalización del aborto. Creemos que podemos lograr un cambio, gradual y progresista, con transformaciones de fondo, pero pacíficas.
Debemos terminar con nuestra dolorosa realidad de pobreza, marginación, desigualdad e injusticia. Necesitamos una izquierda que construya un país libre, igualitario y abierto con el mundo, en donde cada persona pueda buscar su felicidad con todas las garantías del Estado. El cambio socialdemócrata es una transformación de las conciencias y de las voluntades. Liberar las ideas es el primer paso para transformar a México.
Busca tu libertad. Vota libre.
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