Recuperemos la noche en la ciudad

Publicado en Crónica el viernes 19 de Diciembre de 2008

El pasado 4 de diciembre se aprobó en el pleno de la ALDF la nueva ley para el funcionamiento de establecimientos mercantiles. En esta nueva ley se plantea que los establecimientos con licencia especial deben cerrar a las 03:00 horas y la venta de alcohol debe finalizar a las 02:30 horas, lo que quiere decir que a las tres de la mañana todo mundo va para fuera de los bares y antros y, en teoría, a dormir a sus casitas.

Esto es claramente un retroceso en materia legislativa para el Distrito Federal, una ciudad con una afluencia importante de turistas, con una vida laboral nocturna que se traduce en 300 mil personas laborando (de las 23:00 horas a las 06:00 horas del día siguiente) y, sin duda, con una activa vida lúdica nocturna.

Ciudades como Panamá, Bogotá, Londres y Madrid adoptaron esta medida, demostrando que con estas restricciones suceden muchas cosas, menos garantizar que las personas vuelvan más temprano a sus casas o que reduce el consumo de alcohol y los accidentes relacionados con esto.

Lo que sí sucede con este tipo de iniciativas es que las personas consumen la misma cantidad de alcohol en menos tiempo, que los accidentes se presentan más temprano, que hay una importante proliferación de sitios clandestinos en donde no se puede tener ningún cuidado sobre la seguridad o la salud de las personas. Pero lo más grave de todo es que atenta contra las libertades de la ciudadanía.

El horario de cierre de los establecimientos nocturnos no es más que el triunfo del facilismo legislativo que supone que la ciudad será más segura si la gente se encierra más temprano. Que los malos hábitos de consumo de alcohol se controlan con decretos y que los accidentes viales se resuelven con horarios restrictivos.

Lo que debemos hacer es apoyar medidas de prevención, reforzar controles viales como el alcoholímetro, impulsar el transporte público nocturno que brinde alternativas para no manejar bajo la influencia del alcohol, vigorizar la seguridad en las calles por la noche, brindar a la juventud una ciudad segura que vela por su esparcimiento. Tratémoslos como ciudadanos, no como criminales.

La noche en la ciudad de México está llena de vida, tanto lúdica como laboral, y es imperativo recuperarla desde que empieza la noche hasta que sale el sol.