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9.9.10

Disney me dio expectativas irreales del amor


Para todas las princesas que luchan por su historia de amor

Regina es mi primera—y muy amada—sobrina, y como todas las niñas de su edad, esta fascinada con “las princesas de Disney”.

He dedicado muchas horas en librerías buscando cuentos que hablen de princesas empoderadas, de guerreras heróicas, de mujeres que forjan su propio destino y que entienden que su felicidad no depende de otra persona, pero Regina insiste en que yo lea una y otra vez sus libros de Disney, mientras se va adornando de zapatillas de plasti-cristal, estola de plumas, tiara de brillantes, anillos de colores y vestidos esponjosos (Regina es, también, una niña muy sencilla).

Recientemente me uní a un grupo en Facebook llamado “Disney gave me unrealistic expectations about love”, la descripción del grupo es la siguiente:

Para aquell@s de corazón joven que creen que:
- Las zapatillas de cristal y las carrozas de calabaza son cómodas
- Cambiar a tu familia y tu voz por un par de piernas, es un buen negocio
- El amor transforma a malhumoradas bestias en príncipes
- Las chicas guapas se enamoran de jorobados
- Besar a una princesa que lleva 100 años añejando su aliento, es una experiencia agradable
- Todos los niños crecen, dejan de combatir piratas y se enamoran
- Los dioses entregan su inmortalidad por un plebeyo
- Y enamorarte de un explorador no te arriesga a contagiarte de alguna infección desagradable

La verdad, yo nunca me sentí identificada con la imagen de la princesa de Disney, pensaba “¿qué hay de las princesas que tienen la capacidad de desconfiar de una anciana que regala manzanas, de las que pueden amar total y entregadamente sin tener que quedarse mudas en el intento, y más aún, dónde están las princesas dispuestas a tomar la armadura y enfrentar a los dragones del pueblo… por amor o por simple convicción?”. Siempre me parecía un tanto ridículo pensar que podías salir por las mañanas a tu ventana, entonar una melodiosa canción, invocando a todas las criaturas de la naturaleza para que te vistan, mientras se acerca el chico que te gusta cantando, en perfecta armonía, la misma canción que tú.

Un día le explicaba a Regina que el amor no es como en esos cuentos, que es, en mi opinión, mucho mejor. El amor, le dije, es complejo y maravilloso, está lleno de secretos por descubrir y de lecciones por aprender. Pero sobre todo, el amor no llega en una sola entrega, el amor es un trayecto lleno de aventuras que compartes con tu pareja, con tu familia, con tus amig@s.

Algún día Regina se despojará, como muchas chicas, de sus convicciones infantiles y se entregará a los laberintos de los amores adultos, y ahí estará su tía junto a ella, para recordarle cuando se sienta extraviada, que el amor más importante es el que se da a si misma.

26.4.10

Posicionamiento vs Restricción de Horarios en ALDF



2 de diciembre, 2008

Lesgisladores y lesgisladoras, me dirijo a ustedes en un día que, aunque desde la silenciosa complicidad, no parece grave, es en realidad un día de profundo retroceso en el tipo de políticas y leyes que desde una legislatura moderna se debiese de estar diseñando y aprobando. Hoy esta asamblea legislativa va hacia atrás. Y va hacia atrás por que ha olvidado tratar a cada mujer y hombre de esta ciudad como lo que son: ciudadan@s plenos, mayores de edad, responsables de sus actos y conscientes de sus actividades, ciudadan@s libres.

El horario de cierre de los establecimientos nocturnos es el triunfo del facilismo legislativo, ese que supone que la ciudad será más segura si la gente se encierra más temprano. Ese que supone que los hábitos de consumo de alcohol se controlan con decretos y que los accidentes viales se resuelven con horarios restrictivos.

La noche en la Ciudad de México está llena de vida, tanto lúdica como laboral, esta ciudad no duerme y es imperativo recuperarla desde que empieza hasta que sale el sol, compañer@s legisladores, esto no se consigue con toques de queda.
No, damas y caballeros, si lo que queremos es que se reduzcan los accidentes por ebriedad, les propongo que revisemos el transporte público -sólo como dato, a las 3 am, el Sistema de Transporte Colectivo –metro- no está operando, los taxis cobran lo que quieren y es un milagro encontrar un microbús o un autobús, estamos mandando a la gente a la calle sin ninguna previsión o protección.

Es hora de que revisemos la información sobre el alcohol y sus riesgos, esa que se distribuye en diversos medios sin vigilancia ni seguimiento, es tiempo de que pongamos atención a lo que sucede en las escuelas de esta ciudad y los índices preocupantes de consumo entre menores de edad y no caigamos en la tentación atrapa tontos de que la solución es un toque de queda. De hacerlo pareciera que lo que urge es fingir que sabemos lo que hacemos y no realmente saberlo.
No. No nos demos el lujo de esta profunda irresponsabilidad.

El secreto no radica en el abandono del espacio público o en la construcción de paredes ficticias que determinan el final de un evento lúdico. El secreto no esta en coartar los tiempos de esparcimiento, ni en apagarles la luz y mandarl@s a dormir. Así, quiéranlo o no, no funciona la ciudad.

El secreto está en devolverles el control a los ciudadanos del espacio público, en darles la posibilidad de que la noche sea suya y no propiedad de la extorsión y el riesgo.

¿Queremos disminuir el consumo de alcohol? Entonces regulemos con seriedad las condiciones para que esto se haga y las consecuencias de ello. Construyamos esquemas de prevención en los que logremos ampliar la información con la que salen los chicos y las chicas a enfrentar una ciudad repleta de diversión y de riesgos. Pero decirles que pueden y que no pueden, es un error, tan error como si alguien nos quisiera obligar aquí a algo. Recuperemos la noche como un espacio de lúdico, de esparcimiento, de vida social. No se la cedamos al silencio, a la oscuridad y a la negligencia sencilla de evasión de la realidad.

En el mundo la tendencia es a la construcción de más tiempo de recreación, de más espacios públicos, de más libertad. Hoy, en este pleno, estamos presenciando un paso hacia atrás. Pero no duden que más temprano que tarde, una nueva generación de legisladoras y legisladores echarán estas decisiones por tierra y devolverán un trato de mayores de edad a la sociedad capitalina.

Nuestras hijas e hijos merecen tener la posibilidad de construir sus propios espacios de esparcimiento, de manera responsable e informada, pero sobre todo con las garantías del estado de que podrán hacerlo en libertad, y no bajo el yugo de un estado de excepción disfrazado de ‘interes público’.

En muchas ciudades del mundo, esta medida se ha llevado a cabo sin resultados positivos. En Madrid, por ejemplo, el cierre de bares ha disparado el número de detenciones por ingerir alcohol en la vía pública. En Panamá, el número de accidentes automovilísticos entre 1:00 y 3:00am aumentó un 16 por ciento desde que se adoptó la medida. Los empresarios de Bogotá han sido afectados, ya que la afluencia a clubes nocturnos ha disminuido más del 30 por ciento desde que se adoptaron horarios de cierre restringidos.

Si bien limitar el ejercicio de las libertades es grave, las consecuencias que puede traer una reforma como estás pueden llegar a ser fatales. A las 3:00am los antros y bares se encuentran aproximadamente al 80% de su capacidad, desalojar a toda la gente que se encuentra ahí a esa hora, significa que miles de personas que se encuentran bajo la influencia del alcohol salgan al mismo tiempo del lugar, lo que incrementa en gran medida el riesgo de accidentes de tránsito.

En todas esas ciudades adoptaron esta medida, y se ha comprobado que el usuario de estos lugares al tener una restricción de horario consume la misma cantidad de alcohol en menos tiempo. Que el horario de cierre se limite, no garantiza de ninguna manera que la gente regrese a su casa más temprano, al contrario, esta medida también favorece la proliferación de sitios clandestinos en donde no se puede tener ningún tipo de control en la seguridad y la salud de las y los ciudadanos.

De aprobar esta reforma, se le dará un mensaje a la ciudadanía desde este recinto de que no pudimos, ni supimos recuperar el espacio público, concediéndoselo a la extorsión y al silencio. Me niego -como socialdemócrata- a ceder este espacio a la resignación de la derrota y de la amenaza.

Estas medidas aseguran que la mejor manera de construir condiciones diferentes a las que existen, es obligando a la gente a dormirse más temprano y no transformando de fondo sus hábitos de consumo.

Apoyemos medidas de prevención, reforcemos controles viales como el alcoholímetro, impulsemos transporte público nocturno que brinde alternativas para no manejar bajo la influencia del alcohol, vigoricemos la seguridad en las calles por la noche, brindemos a nuestros jóvenes una ciudad segura que vela por su esparcimiento. Tratémoslos como ciudadanos, no como criminales o como menores de edad.

Somos uno de los principales destinos turísticos de nuestro país, año con año, el turismo en la Ciudad se ha incrementado de manera sostenida entre un cinco y un siete por ciento. Los 20 millones de turistas que recibe anualmente la ciudad, sin duda serán afectados por esta medida durante su estancia y esto traerá repercusiones económicas a los establecimientos que tienen que sujetarse a esta disposición.

Convoco a las izquierdas a no caer en la tentación autoritaria de esta oleada de posturas conservadoras que estamos viendo en el país. Pena de muerte, defensa de la vida desde la concepción, son parte de un nuevo concierto conservador que pasa también por la vida lúdica de nuestra ciudad.

Compañeras y compañeros diputados, esa es la voz de la reacción, la voz de reducir libertades para ampliar controles.
Detengámosla aquí –en este momento, en este pleno- hoy.

L@s invito a trabajar juntos para construir una ciudad moderna y progresista. Con más libertad y menos coerción, piensen libre, voten libre.

10.2.10

Think Beta

A Buzztavo

Estoy convencida de que las maravillosas herramientas públicas que nos da la www, son para disfrutarse y aprovechar, pero yo cada día me siento más abrumada y angustiada por mantenerme al corriente con todas ellas.

Descubrí en tiempos de campaña las delicias de tuitear, y aunque nunca fui una tuitera destacada, si me dejé envolver en la seducción de su polaridad pública y privada. Sabiendo que Twitter no es propiamente un chat, sí es un instrumento que te da la sensación de estar más cerca que nunca de la gente con la que conectas para intercambiar ideas, para debatir, para provocar, para encontrarles y encontrase. Al trágico término de nuestro proyecto político, no me quedó más que recurrir a la depresión y la autoevaluación, reflejo de ese momento fue que abandoné por completo al Twitter y me refugié con solemne entrega en los brazos de Facebook.

He querido volver a tuitear, pero no lo logro, algo entre Twitter y yo se ha roto y no lo he podido recuperar, snif snif.

Anoche hablaba con amig@s sobre esto y recordábamos cosas de “antaño” como Altavista o ICQ y así terminamos hablando sobre Google Wave, por supuesto que ell@s me explicaban cómo utilizarlo, pero hoy por la mañana me tope al abrir mi correo con Buzz…otra cosa más que actualizar?! Apenas alcanzo por la mañana a ponerme al día con los periódicos, leer mis dos correos de gmail, el de yahoo, el de hotmail, revisar si hay nuevas entradas en mis blogs favoritos, checar en qué andan mis tuiter@s predilect@s y actualizarme en la vida de mis consentid@s en el FB y típico, abandonas cualquiera de estas actividades durante el día y ya no te enteraste de los más recientes e interesantes acontecimientos que sucedieron durante el día y alguien más termina contándotelo. La historia de mi vida, por más que trato no logro ser esa persona que le informa a tod@s l@s demás de la novedad, simplemente esa no suelo ser yo.

En fin, además de tratar inútilmente de mantenerme al día con las redes sociales, debo terminar de sacar la chamba del día, pagar algún servicio de mi hogar como la luz, el agua o el teléfono, tratar de poner comida en mi refrigerador, hacer tareas infantiles, lidiar con el tráfico y las manifestaciones, asistir a otras manifestaciones, llegar a tiempo a mis reuniones, comidas, cenas, terapia, hacer algo de ejercicio, separar la basura, recordar ser simpática y ocurrente para seguir ligándome al deste con el que vivo y no dejar de admirar los días claros para ver la luna y los volcanes.

Después de todo esto, he de confesar que hoy me he divertido mucho experimentando con el Buzz y como no tengo cierre, ni conclusión para este post, aquí lo voy a dejar… estoy en mi nueva etapa de vida: The Beta version of my life.

26.11.09

El amor y el matrimonio

Hace ya dos siglos que en México el matrimonio salió del ámbito teológico y pasó al ámbito civil. Así es como se crea tanto el registro civil como los panteones civiles, dejando atrás la imposición religiosa por parte del Estado. Es desde la perspectiva laica que el matrimonio se basa en la libre voluntad de quienes firman dicho contrato, y es cuando casarse—en el ámbito civil—es totalmente ajeno a la creencia de fe.


Uno de los recientes y grandes avances en la consolidación del matrimonio es no tener que escuchar la sexista y HORRENDA epístola de Melchor Ocampo, que decía cosas inauditas como “El hombre, cuyas dotes sexuales son principalmente el valor y la fuerza, debe dar y dará a la mujer protección, alimento y dirección; tratándola siempre como la parte más delicada, sensible y fina de sí mismo y con la magnanimidad y benevolencia generosa que el fuerte debe al débil, esencialmente cuando este débil se entrega a él y cuando por la sociedad, se le ha confiado. La mujer, cuyas principales dotes son la abnegación, la belleza, la compasión, la perspicacia y ternura, debe de dar y dará al marido obediencia, agrado, asistencia, consuelo y consejo, tratándolo siempre con la veneración que se debe de dar a la persona que nos apoya y defiende y con la delicadeza de quien no quiere exasperar la parte brusca, irritable y dura de sí mismo.”


El matrimonio es actualmente una celebración que se hace bajo la convicción del amor, la solidaridad, el respeto y la equidad, no bajo la idea de la sumisión y obediencia de la mujer, ni la edad máxima para casarse (con el riesgo de ser quedad@) y mucho menos bajo la obligación de procrear hij@s. Este compromiso es una de las señales más claras de la democratización de cada país, sobre todo de los que se rigen bajo los principios del Estado laico, en el cual se supone que nos encontramos nosotr@s l@s mexican@s. Sin embargo, me surgen muchas dudas al respecto recientemente.


Lo que sucede en el corazón y en la intimidad de las personas es un derecho que debemos salvaguardar: es nuestro derecho a la privacidad, a amar a quien nosotr@s elijamos y a poder construir una familia con esa persona amada. Así, si lo deseamos, podemos suscribir un contrato civil de matrimonio y en ningún caso el Estado puede o debe intervenir en esa elección.


El movimiento LGBTTTI ha dicho acertadamente que si en otros tiempos se prohibieron los matrimonios interreligiosos o interraciales—lo que representaba la intromisión injusta y arbitraria del Estado en las decisiones individuales—entonces debemos suponer que lo que es relevante para el derecho civil es la libre voluntad de los cónyuges. Bajo esa lógica, la diferencia de sexos debe ser irrelevante en el reconocimiento jurídico de los enlaces matrimoniales. Entendiendo que el matrimonio tiene como finalidad primordial la voluntad de los cónyuges de permanecer unidos, conviviendo, asistiéndose y apoyándose mutuamente, la potencial complementariedad biológica de los sexos no es determinante.


No puedo más que coincidir con ell@s y con el hecho de que restringir derechos a ciertas personas va en detrimento de la dignidad humana y la igualdad que la Constitución nos garantiza, pues tod@ somos iguales ante la ley. Sin embargo, en la realidad, hoy existen distinciones legales que nos colocan en desventaja.


La conformación de la familia en la historia tiene tantas variantes como maneras de convivencia social. Es por eso que es fundamental la promoción del respeto a la diversidad de familias, dado que en nuestro país convive un abanico muy amplio de configuraciones familiares que deben ser—todas y cada una—salvaguardadas por la ley. Entender a la familia como una unidad nuclear en donde existen exclusivamente mamá, papá e hijit@s, es no entender la realidad de nuestra sociedad. Estoy convencida que donde sea que haya amor hay una familia, ya sea entre familias nucleares, entre amig@s, entre abuel@s y nietos, ti@s y sobrin@s, padres y madres solter@s, padres y madres divorciados, hij@s adoptad@s y por supuesto parejas del mismo sexo y parejas trans. El movimiento tiene una bella manera de definirlo: la familia es un tiempo y un espacio dedicado a otros seres humanos que establecen con nosotros un vínculo afectivo, que comparten su experiencia y conocimientos; tiempo y espacio que son también el fundamento de nuestros sentimientos y pensamientos.


La comunidad LGBTTTI tiene derecho a formar una familia como tod@s las personas, y su capacidad como padres o madres no está determinada por su orientación sexual, sino, como cualquier padre, por el amor y dedicación que le den a sus hij@s.


Que exista el matrimonio y la adopción no implica que van a llegar filas de personas al registro civil a casarse, esa será una decisión personal e individual. Sin embargo, sí quiere decir que si lo desean, tienen garantizado el derecho, como cualquier otr@ ciudadan@. Es hacer que ese sueño sea posible, el sueño de ser en la ley y en los hechos tod@s iguales.


Saber reconocer nuestra pluralidad y nuestra maravillosa diversidad hará de nuestra sociedad un lugar más generoso, respetuoso y abierto. Darle a tod@s el mismo rostro ante la ley hará de nosotros un país de ciudadanos. Un país que pueda decir con orgullo que todos los derechos son para todas las personas.

18.11.09

Las mujeres en prisión, las mujeres al panteón

"Mi cuerpo es mío" he gritado desde el fondo de mi corazón en muchas marchas, y fue lo primero que me cruzó por la mente anoche cuando Gustavo me informó, mientras miraba su celular, que el Congreso de Veracruz acababa de aprobar la famosa "ley antiaborto" promovida por su gobernador.


Así fue como el PRI logró, una vez más, consolidar el retroceso del país, refrendando exitosamente su consigna en contra de las mujeres. En alianza con el PAN y la iglesia católica, han logrado que en 17 entidades de la República—Veracruz, Guanajuato, Durango, Quintana Roo, Querétaro, Yucatán, Sonora, Chihuahua, San Luis Potosí, Puebla, Oaxaca, Nayarit, Morelos, Baja California, Colima, Campeche y Jalisco —no se reconozca a las mujeres su legítimo derecho a decidir.


Recuerdo como me estremecí cuando vi una nota en un periódico de Guanajuato sobre una niña de 11 años que fue violada y el Estado no le permitió interrumpir su embarazo. Aún se encoge mi corazón al pensar en ella y en tantas mujeres y niñas sometidas a estas violentas legislaciones y a los conservadores que las ejercen. Eso es lo que estos grupos buscan: la imposición total del Estado sobre la vida de las mujeres, sus decisiones y sus cuerpos.

Obligarnos a tener hijos producto de una violación es la más profunda invasión del Estado sobre nuestro derecho a la privacidad. Sinceramente, ¿no es esto un acto de violencia del Estado hacia sus ciudadanas? En Nicaragua se han impuesto políticas y legislaciones con el mismo espíritu y la Organización de las Naciones Unidas las ha calificado como actos de tortura.


Hay muchas razones para lamentarnos por lo ocurrido anoche en Veracruz—y el resto de las entidades donde se legisló esta “ley antiaborto”—, una de ellas siendo la cerrazón de la clase política de nuestro país: proponen estas iniciativas sin abrir foros informativos e incluyentes o siquiera debatir de cara a la ciudadanía. Si bien es una gran irresponsabilidad ignorar el alto número de mujeres que pierden la vida producto de un aborto clandestino, es trágico no ofrecer alternativas para que las mujeres no tengan que recurrir a la interrupción de un embarazo: métodos anticonceptivos gratuitos y al alcance de toda la población. Negarnos también eso es mirar a las mujeres como un objeto reproductivo y no como personas con derechos. Pareciera que los conservadores de este país sólo quieren a las mujeres en prisión o en el panteón, y no ofrecen más que eso.


Lo que las mujeres queremos es la capacidad de decidir libremente sobre nuestra reproducción, vivir una vida sexual responsable, satisfactoria y segura. Buscamos tener la libertad de elección y esta sólo se logra si existen alternativas verdaderas.


Porque es el espacio más intimo que nos queda, seguiremos gritando “mi cuerpo es mío”; es el lugar que por tantos años hemos tratado de conquistar para nosotras, para hacerle saber al mundo que es nuestro, que nos corresponde. Habemos muchas y muchos que seguiremos en la lucha por un derecho que debiera ser una obviedad: la reapropiación del cuerpo femenino para las mujeres.


A cada una su cuerpo, a cada una su vida.

10.11.09

La niña y el muro, 20 años después

A mi hermana, la que rompió el muro.


Tenía nueve años cuando mi hermana mayor hizo su primer viaje por Europa en el verano de 1990 y cuándo regresó trajo con ella pedazos del muro de Berlín. Y sí, también estuvo en el concierto “The Wall Live in Berlin”.


Dos años atrás había visto con mi madre una película que me lleno de dudas y furia llamada “El niño y el muro”. No podía entender por qué la nenaMartano tenía su propia pelota, sería posible un lugar sin pelotas, por qué tenían que hablarse por un hoyo, cómo es que su dinero no valía del otro lado de la pared, por qué era prohibido que esa chica se enamorara de aquél soldado y, peor aún, por qué la película se llamaba “El niño y el muro” y no “La niña, el niño y el muro”, si claramente ¡la que estaba presa era ella! Al terminar los 85 minutos de agonía, le dije a mi mamá, ‘oye má, ¿qué no hay puertas para cruzar ese muro?’ y mi mamá solo abonó a mi desconcierto diciéndome la verdad, ‘es imposible cruzar, si lo intentas te matan’.


Podrán comprender que cuando mi hermana volvió del viaje con aquello, yo no podía dejar de hacerle preguntas que ella no comprendía, como, `¿te diste cuenta que no había pelotas? ¿estaba lleno de soldados? ¿tenías miedo? ¿intentaron matarte? ¡¿cómo lograste romper el muro?!’.


Yo estaba fascinada con ese tesoro, así que un día que ella no estaba en su recamara fui a robarme uno de esos pedazos de concreto grafiteado y lo escondí bajo mi almohada por meses. Me encantaba acariciarlo mientras me imaginaba rompiendo esa horrenda pared.


Mi hermana no resolvió ninguna de mis dudas, pero para mi ella era la mujer más valiente que yo conocía, pues se había atrevidoen un país que se miraba en blanco y negroa tomar un martillo y romper aquel muro para que las niñas pudiéramos tener pelotas.



La última y nos vamos

Publicado en Crónica el viernes 28 de Agosto de 2009

A JCDC

La IV Legislatura de la ALDF cerró el periodo extraordinario aprobando varias leyes para la ciudad, y el Partido Socialdemócrata concluyó su representación legislativa logrando aprobar, en este periodo, tres importantes iniciativas: la ley de salud trans, crímenes de odio y seguridad alimentaria y nutricional para el Distrito Federal.

Hoy, la nueva Ley de Salud del DF, permite que la comunidad trans pueda acceder de manera gratuita a terapia psicológica de manera grupal o individual, a un diagnóstico y apoyo hormonal y a políticas de prevención, detección y tratamiento de ITS´s y VIH.

¿Acaso no hemos escuchado y leído de manera recurrente notas como la de Víctor Galán, un joven homosexual que fue apuñalado 12 veces en su casa? La Comisión Ciudadana contra Crímenes de Odio por Homofobia dice que en años recientes han habido 464 asesinatos de gays, lesbianas y personas trans. Así también se nos olvida que nuestra ciudad ha rebasado por mucho a Ciudad Juárez en cuanto a feminicidios se refiere, con una cifra de 244 mujeres asesinadas. Ahora en el Código Penal del Distrito Federal, los asesinatos por razones de odio por color, identidad, género, orientación sexual, credo, discapacidad, entre otros, se tipifican como un agravante de homicidio.

Y finalmente, gracias a la aprobación de la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutricional, el Distrito Federal es una de las primeras ciudades en el mundo que logra reconocer el derecho universal a la alimentación.

Este último paquete de leyes se suman a la despenalización del aborto, sociedades de convivencia, sociedades mutualistas, el reconocimiento de la identidad jurídica de las personas trans, o la ley para la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres del Distrito Federal, entre muchas otras. Así, hemos logramos marcar con una sola palabra a esta IV Legislatura: Libertad.

A nuestr@s compañer@s legislador@s, a todas las organizaciones—nacionales e internacionales— a los equipos que iniciaron y a los que culminaron, a l@s que nos acompañaron, nos criticaron, nos nutrieron, nos reivindicaron, a tod@s l@s que formaron parte de esta historia, muchas gracias.

Todos estos fueron los primeros pasos de una larga caminata hacia la libertad. Seguiremos andando.