Publicado en Crónica el viernes 3 de Abril de 2009
El pasado miércoles leí con asombro, en este medio de comunicación, el texto editorial del diputado priista Tonatiuh González Case, en el que afirma entusiastamente que él y un compañero suyo —también priista—tienen la autoría de muchas de las propuestas de la agenda socialdemócrata, y me interesa hacer algunas reflexiones al respecto.
La agenda socialdemócrata, con todos sus matices internacionales, es una agenda vertebrada por la propia izquierda democrática y sus ejes ideológicos. Las leyes y políticas públicas emanadas de la socialdemocracia son producto de la convicción ideológica que comparten quienes creen en ella, no son autoría de las personas, son en realidad, producto de una historia —historia que por cierto no comparte el diputado en cuestión—. Esto debe ser confuso para un priista, pues después de 70 años de no tener clara su propuesta programática, se proclamaron recientemente como ‘socialdemócratas’.
No me queda más que decir que si hay un solo priista dispuesto a defender el derecho a las mujeres a decidir, debería hablar con sus compañeros legisladores en Jalisco, Morelos, Puebla, Sonora, Baja California y muchas otras entidades en donde han sido promovidas y aprobadas —por los priistas— las reformas conocidas como “ley antiaborto”, y que hoy no sólo le impiden a las mujeres a decidir sobre su cuerpo, pero también bajo falsos argumentos están obligando a las mujeres a tener hijos producto de una violación.
Es importante decir que la convicción no se mide en el discurso o en quién presenta primero las propuestas, se mide por la historia que las hace realidad y por quienes están dispuestos a defenderlas frente a todo, y ahí el diputado y su partido se han quedado, desde hace muchos años, profundamente cortos.
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