Todo cambia

Publicado en Crónica el viernes 17 de Julio de 2009

Perdimos el registro. No alcanzamos a convencer a suficientes mujeres y hombres para votar por el PSD el pasado domingo 5 de julio. Las razones son muchas, tanto internas como externas. Otra vez ganaron las clientelas, otra vez ganaron los de siempre, pero una agenda es mucho más que un registro. La libertad es mucho más que un emblema y un logo, la socialdemocracia es de todos, no de una persona o grupo, le pertenece a todo aquel que esté dispuesto a luchar por ella. Desde sus hogares, desde las aulas, desde el escritorio, desde el campo, desde una fiesta, desde cualquier trinchera, debemos ir apropiándonos de nuestra libertad. Ser libres es nuestro derecho, no permitamos que nadie nos lo arrebate.

Hace 11 años me sume a la aventura socialdemócrata y siempre pensé que no vería los frutos de la lucha, pero que mis hijos y las nuevas generaciones tendrían la posibilidad de vivir en un mejor país. Hoy nos llevamos lo mejor de esta historia: despenalización del aborto, sociedades de convivencia, voluntad anticipada, derechos trans, sociedades mutualistas, igualdad sustantiva entre mujeres y hombres y mucho más.

A quienes confiaron en nosotros y creen que los defraudamos, ofrecemos disculpas. Nos revisamos, somos críticos, pero también nos colocamos en la realidad política de nuestro país. La izquierda perdió en esta elección, sobre todo la progresista; se impuso la lógica de la eterna mitosis de la izquierda, en nuestra incapacidad de encontrar los puntos de coincidencia y sumarnos. Ganaron las ambiciones y las mezquindades y perdió la generosidad.

Perdimos el registro pero no los sueños y las ilusiones por la construcción de un país más libre, más justo, más equitativo. Ahora toca hacer la entrega: transparente y ejemplar. Después, a construir un lugar nuevo en el que todos los que quieran estar se sigan llamando con orgullo socialdemócratas. La agenda vive, la lucha sigue. Como dice Mercedes Sosa: “Cambia, todo cambia, lo que no cambia hoy tendrá que cambiar mañana”. México será, algún día, socialdemócrata.